CENTRO DE DIFUSIÓN DE LA CULTURA CINEMATOGRÁFICA EN UNA ANTIGUA FÁBRICA DE YUTE.

El edificio a intervenir se trata de una edificación de 1928 que albergaba una fábrica de tejidos de Yute. Su construcción es de fábrica de ladrillo formando parte de las representativas fachadas de ladrillo de tejar que se recogieron en Valladolid durante los S.XIX-XX. Su interior alberga una estructura de cerchas españolas de madera con pilares de fundición. Una estructura pautada que formaba un espacio hipóstilo de más de 1600m2.

 

Debido al gran valor arquitectónico del edificio y sobre todo, de su estructura porticada de cerchas, se impone la premisa de conseguir recuperar el espacio hipóstilo original. La idea es conseguir recuperar el espacio diáfano que tanto caracterizaba la nave, pero dotándolo de un nuevo carácter: dobles y triples alturas, un juego de escalas, la introducción de elementos mínimos en el espacio. Conseguir espacios imposibles dotando al usuario de una nueva mirada al conjunto. 

 

La segunda decisión que se tomó fue la jerarquización de espacios dentro del programa, considerando más importantes los espacios de carácter público como son la biblioteca/filmoteca, las salas de cine, el plató y el restaurante. Quedando en un segundo plano respecto el usuario  el programa administrativo. Por esta razón se decide incluir todos los espacios de carácter público en el interior de la nave, a excepción del restaurante, que por razones de utilización funcionará como una pieza exenta que dialogará con la entrada, y dará escala y jerarquía al conjunto a nivel ciudad.

 

El terreno se talla formándose un escalonamiento, y una gran grieta con una triple altura que da un carácter marcado al espacio y nos conduce a través de una gran escalera directamente a las salas de proyección. Estas se encuentran enterradas debido a su falta de necesidad de luz. Además, la insistencia en conseguir que estos espacios tengan algo que los identifique, y como guiño al uso original de la nave, se diseña un acabado en los mismos íntegro de yute.

 

Por otro lado los espacios de carácter privado se introducen en un volumen anexo y contiguo al edificio. Se ha comentado que este espacio tiene menor importancia, pero esta consideración sólo se toma respecto al usuario de a pie. De hecho, el edificio se convierte en un foco lumínico gracias a una fachada de LED, que dota al conjunto de la importancia que debe tener, convirtiéndolo en un hito arquitectónico de la ciudad de Valladolid, y  que atrae al espectador al conjunto.

 

En el interior de la nave, se suprimen 4 crujías para introducir el cine y el plató que necesitan salvar luces mayores, funcionando como nexo con la nueva construcción.

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Conceived as a new magnet attracting movie-lovers, the new Seminci Headquarters takes up an old jute factory built in 1928. A classified building whose brick walls are a great example of the Valladolid’s industrial architecture along XIX-XX centuries. Its interior holds a series of wooden Spanish trusses holden by cast iron pillars. A rythmic structure that formed an hypostyle space of more than 1600m2. 

 

Owing to the building’s great architectural value and especially, its beautiful truss framed structure, the premise of recovering the original hypostyle space is to be imposed. The idea is to get back the clear space that used to characterize the factory but taking it to another level: using double and triple-heights that play a scale game, and the introducton of minimal elements in the space.  Achieving impossible spaces and giving the user a new glance of the ensemble. 

 

The second decision that was taken, was to arrange the program in order of importance, considering more important the public spaces such as the library, film library, the screening rooms, the filming set and the restaurant. Being pushed to the background the whole administrative program, according to the visitor. That is the reason why all the spaces of  public nature are placed inside the old factory but the restaurant, that will lay on its own due to usage reasons dialoging with the entrance, and giving some scale and hierarchy to the complex.

 

The soil is sculpted to form an staircase-shape and a great crack that gives a strong personallity to the space, which leads us through a great stair directly to the screening rooms. They are burried due to their lack of need of light. Furthermore, as they are the heart of the project, there is an intention of making something special about them, something to make them recognisable. That is the resason why a complete jute finish is designed,  as a wink to the original use of the building.

 

What’s more the more private spaces are placed in a joining volume next to the old factory. It’s been said that this space is less important, but this is only meant as the scale of importance to the  visitor. Actually, its importance is crutial as it iss turned into a lighting focus by virtue of a LED façade that provides the building with the importance it must have, and converting it into a landmark of Valladolid’s skyline, attracting the spectator to the complex.

 

In the interior of the old building, four frames are cut out to insert the cinema and filming-set that need to cover bigger spans, working as a nexus between the old factory and the building next to it.